Una pintora autodidacta quería aplicar a una academia de arte para continuar mejorando sus pinturas.
El portfolio debía mostrar no solo las obras que ha hecho hasta el momento, también el proceso de algunas de ellas, su fuente de inspiración, motivación y reflejar su estilo propio.
Con ayuda de su discurso, debe de ser capaz de demostrar a los profesores de la academia que elegirla a ella será una buena decisión. El talento innato que tiene, más las ganas de aprender, va a ser una alumna única.